Del fotolibro de bodas al tesoro familiar
El fotolibro de bodas es una herramienta. En mi caso, una herramienta que me identifica como profesional. Yo hago fotos de boda, pero mi trabajo final rara vez es una galería con cientos de archivos. A lo largo de los años, he trabajado para entregar siempre algo más a partir de esas fotos. El fotolibro de bodas, insisto, es una herramienta. La mía. O al menos una de ellas. El caso es que, aunque lo relevante es lo que está impreso a lo largo de sus más de 100 hojas de papel artístico, el libro en sí, como producto, debe aspirar a convertirse en un pequeño gran tesoro que acompañe a la familia para siempre. Por eso el hendido foil dorado sobre la tapa de lino gris. De ahí la encuadernación artesanal. ¿Para qué entregar un libro feo, si podemos entregar uno impresionantemente bonito?
TODOS mis fotolibros.
FLORICOLOR, PT.
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