Una boda en Soto de Roma con barra libre infinita
- 27 05 23
NUESTRO REPORTAJE
Virginia y Pablo
27 05 23
Finca Soto de Roma
196 invitados
¿Cómo os conocisteis?
Pablo y yo nos conocimos en 2013 en la universidad y unas semanas más tarde nos vimos en un bar de copas y ahí surgió el flechazo. Desde el primer día que quedamos nunca nos hemos separado. Para nosotros fue amor a primera vista.
¿Cómo y cuándo decidisteis que os ibais a casar?
Pablo me pidió la mano el día que expuse la defensa del proyecto fin de carrera. Él siempre decía que hasta que no fuese ingeniera él no se casaba (risas).
¿Cómo te organizaste con Pablo para planificar la boda?
Quien nos conoce a los dos sabe el papel que hacemos cada uno. Pablo es un manitas y la decoración de la boda ha sido hecha por él. Y yo me he encargado de buscar a los proveedores como una wedding planner más, porque en mi día a día es lo que hago, sobre todo a los que yo considero imprescindibles, el diseñador del vestido, el fotógrafo, los organizadores, el dj…
¿Y por qué motivo contratas a Makai?
Normalmente, unos wedding planner profesionales ofrecen varios servicios aparte de la planificación. Cuando nosotros llamamos a Ana, de Makai, ya teníamos la boda planificada y con todos los proveedores cogidos. Así que les contratamos para que nos ayudaran con la decoración, con la cartelería de la boda y la coordinación de ese día. Sin duda, si te casas, necesitas este servicio. Pablo y yo sabíamos que ese día teníamos que disfrutar y no pensar en nada más.
Por cierto, vi la barra abierta desde antes incluso de la ceremonia, ¿sabes que eso no es habitual?
Por supuesto que lo sé. Fue una de las cosas que buscábamos Pablo y yo. Un cátering que pusiera barra libre todo el tiempo a un precio razonable y cerrado. Que si alguien tenía sed durante la ceremonia y se quería tomar una cerveza mientras escuchaba los discursos, pues que se la pudiera tomar.
Una cerveza o lo que hubieran querido, ¿no?
Exacto, se podrían haber tomado un gin tonic en cualquier momento si lo hubieran pedido, pero la gente tiene medida. Y te digo esto porque, al final, haciéndolo de esta manera, en mi boda la gente no bebió más de lo que hubiera bebido. La gente simplemente bebió lo que les fue apeteciendo cuando verdaderamente les apeteció.
Y me gustó que la gente ya estaba celebrando incluso antes de que vosotros llegárais.
Sí, por supuesto. En mi opinión, si alguien tiene que esperar a que los novios lleguen de no sé dónde para tomarse una copa de vino, o esperar una hora y media desde que han terminado de comer para tomarse una copita te cargas parte de la boda.
¿Por qué boda civil?
A Pablo y a mí nos apetecía una boda participativa en la que todos los amigos y familiares que habíamos elegido previamente pudiesen hablar y contar nuestra historia Queríamos tener la oportunidad de dedicarnos unas palabras más intimas y hacerla más especial para nosotros. De hecho, el momento de nuestra boda en la que nos sentimos más emocionados fue sin duda la ceremonia civil. Ni en mis mejores sueños me la imaginé así. Todos los que nos dedicaron unas palabras, la gente que cantó, la entrada, mi sobrino tocando el piano… Fue tremendo.
Y en esa sensación tendrá algo que ver la finca que escogisteis.
Sin duda. La finca Soto de Roma fue para nosotros amor a primera vista. El día que fuimos a verla, salimos con nuestra fecha cogida y con una idea muy clara de cómo queríamos toda la boda. Y supero nuestras expectativas. La única decisión que tomamos al final fue el mismo día de la boda al jugarnos donde montar la ceremonia por el riesgo de lluvia. Chispeó un poco al principio, pero salió todo perfecto.
¿Esa fue tu única preocupación? ¿Qué te dirías a ti misma ahora que ya has vivido tu boda?
Mis preocupaciones durante la planificación fueron la gestión del presupuesto y el estrés, y el miedo a la lluvia. Pero lo único que me estresó en los días previos fue el clima. El no saber dónde montar la ceremonia y el cóctel. Es algo que no dependía de nosotros, así que ahora mismo me diría: «Virginia, relájate y disfruta de lo que te está pasando, que todo va a pasar muy rápido».
Vuestra boda es un ejemplo muy claro de que las bodas que más se disfrutan son las que giran alrededor de las personas. Las personas te hacen la boda.
Un sí rotundo. Los invitados son ese complemento de decoración para tu gran día. Si ellos están felices te lo van a transmitir. Teniendo a la gente que quieres ese día, todo lo demás es un añadido. Por eso elegimos la boda civil y la barra libre tal y como la contratamos. Porque independientemente de que los novios sean los protagonistas, la familia y los amigos construyen su propia boda, la celebran y la convierten en algo inolvidable.
Intuyo en qué personas estás pensando…
Fue muy especial compartirlo con mi madre y nuestros amigos. Fue una suerte que cada uno de nosotros se arreglara con sus amigos. Sabemos que nuestra boda fue algo distinta al tener a nuestro hijo Alejandro, y poder hacerle partícipe en ese día para nosotros fue muy especial. También fue muy especial que mi peluquera haya sido una de mis amigas. Eso nunca lo voy a olvidar. Bueno, y tú…
¿Yo qué?
Sin lugar a dudas siempre había pensado que serías mi fotógrafo de boda. Eres una de esas personas a las que quieres en tu vida. Porque eres un ángel y cuentas historias con tus fotografías. Hay mucha gente que sabe hacer fotos. Pero para mí tú eres especial.
*Si te está gustando la galería de Virginia y Pablo y su boda al aire libre en Soto de Roma, que sepas que ya puedes ver la publicación donde se muestra su libro y más impresiones de esta pareja tremenda sobre mi trabajo.
PROVEEDORES
Finca: Soto de Roma
Cátering: El Gordo de la Parra
Fotografía: mariscalariza*
Dj: Diego Macías
Coordinación: Makai Eventos
Peluquería: Coral Vázquez
Maquillaje: Lorena Mena
Cantante ceremonia: Antonio Moncada
Banda barra libre: Abraham Sevilla
Alquiler mobiliario: Cátering HDL
Videógrafo: Juanma
Vestidos de Virginia: N. B. Peralta
Zapatos de Virginia: Pedro Miralles
Chaqué de Pablo: Como un señor
Zapatos de Pablo: Martinelli
Floristería: Silvia Martínez
*La selección pública de esta entrada ha sido hecha por Javier Mariscal Ariza a partir de las 1099 fotografías de la galería privada del reportaje de Virginia y Pablo a la que tienen acceso exclusivo la pareja y su gente tremenda.